Noemí Funes Ruiz
Luis: “Si conseguimos conectar con nuestra esencia espiritual y conseguimos transmitirla al exterior, el mundo cambia”
Su pasión por las artes marciales le viene desde niño. Luis Francisco Mochón Corredor (Granada, 1975) es maestro en aikido. Durante este año ha impartido seminarios en Alicante, Almería, Sevilla y Granada. También ha querido llevar la práctica del aikido fuera de España, con cursos en Malta y Nápoles. Empezó en este arte hace diecisiete años “porque me gustaban como iban vestidos, aunque de antemano me gustaba el mundo de las artes marciales”. Estudió historia y a pesar de no haber desarrollado su carrera afirma que le sirvió para aprender a enseñar la técnica de aikido a los demás. Actualmente, Luis imparte clases, desde hace diez años, en la escuela Dojo Musubi de la capital a un grupo de unos 60 alumnos.
¿Me podría definir lo que es el aikido?
Es una forma de armonizar y de integrar los conflictos. Si hay un conflicto, en vez de chocar entre los dos podemos conseguir unirnos y de ahí, sacar algo creativo. Es decir, lo interesante cuando a mi me ataca no es que yo pueda evitar que me haga daño, sino que también evite hacerle daño a él y que yo controle el miedo en mi.
¿En qué consiste la técnica del aikido?
En la práctica existen dos roles, uno defiende y el otro ataca. Pero realmente no se ve al otro como un enemigo sino que el que ataca, utiliza una técnica marcial como un ataque, un agarre o un golpe pero la herramienta marcial son herramientas para trabajar nuestro interior. Cuando recibes ese ataque hay que intentar armonizar con el, cambiar con el, adaptarte con el ataque. En este proceso de adaptación, lo que consigues es que el otro se desequilibre, que acabe incluso inmovilizado en el suelo pero sin la necesidad de hacerle daño. Su planteamiento es no ver al otro como el enemigo sino ver al enemigo dentro e intentar vencerlo.
¿Qué se trabaja con esta práctica?
Se trabaja mente, cuerpo y espíritu. El cuerpo se entrena para estar cada día más flexible, más relajado ante una situación extrema y el cuerpo intenta adaptarse a los cambios. La mente igual intentamos enfocar y parar la mente y lo que hacemos es crear una mente flexible para adaptarnos mejor a los cambios.
Si el aikido es un arte en el que no existe la violencia, ¿puede ser aplicable como defensa personal en una agresión física?
Sí, sin lugar a dudas. De hecho es un trabajo de defensa personal. Para mí y para el maestro Endo sensei, a quien sigo, el aikido lo que busca es la contemplación en la acción, busca que en ese proceso de defensa personal lo importante no es el resultado, lo importante es cómo está el cuerpo y la mente de las dos personas que se enfrentan. Consiste en acabar con la agresión sin dañar al agresor, con el que se pretende no usar la violencia, ni el exceso físico. La meta sería conseguir que el agresor acabara entendiendo lo equivocado de su acción.
¿Cuál es el objetivo de practicar aikido?
Con el aikido se busca poder defenderte de una agresión pero que no triunfe el miedo ni la ira ni el terror sino que los dos aikidokas salgamos reforzados y que lo que triunfe sea el amor. Tengo que conseguir a través de mi práctica marcial convencer de que lo que está haciendo rompe el equilibrio del universo. De lo que se trata es de transformar la dualidad en unidad, tengo que hacerte entender que los dos somos estamos hechos de lo mismo. Mientras tengamos esta visión de dualidad, la posibilidad de conflicto será muy grande.
El maestro Morihei Ueshiba, fundador del aikido, decía que cuerpo y mente deben estar encaminados como uno, unificados con la actividad del universo. ¿Qué quiere decir esta frase? ¿Qué significa para usted?
Esa es la conciencia de la unidad. Cuando tu desarrollas una conciencia unificada en ese momento desaparecen los enemigos en el mundo porque todo esta unificado en el universo. Ya no hay enemigos, lo único que existe son comportamientos equivocados por eso hay que corregirlos, pero la forma de corregirlos no es con la violencia. La idea del aikido es convencer al otro de que su comportamiento está mal, es equivocado, eso es lo que significa esta frase.
¿Qué beneficios puede tener la práctica de este arte marcial para una persona?
Controlar el miedo, la tensión, la agresividad, concentrar la mente en escuchar el ataque del otro. En el aikido lo que buscamos es que se sepa enfocar la mente a un estado en el que no veamos al otro como el enemigo sino que sepamos escuchar su fuerza, sentir su intención… y eso lo estas transformando en algo creativo, en algo pacifico en algo que no duele, en algo que es incluso estético. Al estar entrenando tu mente todos los días hace que eso malo que te está pasando, lo acepte, de manera que podamos adaptarnos mejor al cambio, en ese momento te cambia el mundo.
Entonces, ¿puede ser beneficioso para la salud?
Claro, es totalmente terapéutico. Cuando trabajamos cuerpo y mente estamos conectando con nuestra esencia, lo que empiezas a tener la capacidad de escucharte a ti mismo y a los demás, pero no solo escuchar las palabras sino el cuerpo. De manera que si una persona se abre a ese estado mental y corporal puede empezar a sentir de donde vienen los dolores, que origen tiene las emociones, incluso percibir la preocupación en los demás, la felicidad, el sentimiento….Porque te vuelves muy receptivo. Es beneficioso en el sentido desde sentirte mejor hasta el punto de que emocionalmente estas más equilibrado, físicamente estas más flexible y relajado, el día a día es más apacible y sereno. En cuanto a los problemas te adaptas a ellos, intentas verlos como una forma de aprender. El aikido es física y socialmente terapéutico.
¿Qué ha supuesto para usted practicar aikido en tu vida diaria? ¿Ha experimentado algún cambio?
Es algo que te transforma desde dentro, tanto que llega un momento en que lo necesitas. Lo primero que te trae es serenidad. Lo más importante del aikido es que te ayuda a encontrar equilibrio, te ayuda a ser consciente de tus emociones, de donde vienen esas emociones, y al producirse eso tu vida cambia y te vuelves mucho más sereno y flexible. Si consigues eso realmente la vida es distinta, todo cambia. A mí, sobretodo, me ha dado mucha serenidad y equilibrio.
¿Cuál es el perfil de sus alumnos?
No es un perfil uniforme. Tengo alumnos que se dedican al mundo de la seguridad como policías o militares, que en un principio buscaban la defensa personal pero que, hoy día, buscan estar equilibrados y emocionalmente serenos, que es la base de una buena defensa personal también. Luego, también hay personas que buscan mejorar su autoestima y otras que no saben lo que buscan pero cuando entran en el aikido contactan con el problema que tienen y les ayuda a superarlo. Los problemas pueden ser miedos físicos y emocionales, o falta de control, y el aikido es como una especie de bálsamo para las heridas. También hay mujeres maltratadas que vienen a recibir clase pero no porque yo les pueda a enseñar a defenderse mucho sino porque yo les puedo introducir en un entorno de mucho equilibrio y les puedo ayudar a combatir su miedo. Con mis alumnos formamos una gran familia. Cuando llega alguien a la escuela les digo siempre el aikido va a cambiar tu vida.
¿Qué quiere conseguir con la práctica del aikido?
Yo quiero cambiar el mundo, yo busco que cambie, está claro que esto no funciona. Para ello hay cambiar la sociedad y cada persona tiene que cambiar por dentro. Entonces yo creo que si a cada persona que va a mi dojo los conecto con su interior, van a cambiar lo que le rodea. Hay que poner el reino del espíritu en la tierra como decía el fundador, Moriehi Ueshiba. Con la práctica del aikido desarrollaremos una conciencia más cooperativa, creativa y unificada que generara paz y armonía.
A su juicio, ¿qué es conseguir el éxito en la vida?
Tener éxito en la vida, para mí, seria todo lo contrario a lo que nuestra sociedad considera éxito. Es volvernos conscientes de la misión que tenemos en la vida, entonces seremos felices y, para mí, ser feliz es conseguir el éxito. Cuando encuentras el sentido de tu vida en ese momento puedes enfocar tu camino en una dirección y cuando lo enfocas eres feliz pero por supuesto esa felicidad es algo que no se puede encontrar fuera, que, para mí, está dentro de cada persona. Yo soy muy feliz porque creo que cada vez soy más consciente de qué es lo que hago aquí y tengo claro que estoy aquí para aprender, por eso todo me sirve y puedo aceptarlo de una forma serena.
En una de sus conferencias, dijiste que controlando la mente podíamos conseguir lo que queramos
Es algo casi científico. Está demostrado que cuando una persona utiliza bien su mente y controla sus pensamientos y se hace un esfuerzo por generar pensamientos positivos, la mente los genera y generalmente el mundo cambia a tu alrededor. Eso pasa porque todo lo formamos con el poder de nuestra mente. Las cosas no cambian tanto si eres capaz de aceptar una mala noticia al igual que una buena, si es así, tu felicidad es permanente. En función de cómo tú controles esa reacción mental, tú puedes conseguir lo que quieras.
Entonces ¿cree que a los políticos les vendría bien realizar esta práctica?
Yo creo que en España y en el mundo, en general, tenemos un problema muy serio con los políticos. Están muy alejados del mundo del aikido. Es una cuestión de poder y mientras la política se base en eso no van a cambiar los políticos. Si la política se basara en administrar los recursos que tenemos para ser felices y para que haya para todos entonces la situación sería distinta pero eso es imposible en los políticos de hoy día. Ellos lo único que hacen es ponerse en una situación superior, son los que dominan al pueblo, por eso vivimos en un mundo que para vivir nosotros pisoteamos al tercer mundo. Pero a un político no le conviene pensar en estas cosas. Si desarrollaran una mayor conciencia espiritual, todo cambiaría pero eso es imposible porque eso es anti-poder, han establecido el régimen egoísta. Realmente creo que vivimos en territorio enemigo y hay que luchar porque eso cambie, sino esto no tiene solución.
El fundador del aikido dijo: “la esencia del aikido es la resonancia mutua del cuerpo con el eco del universo” ¿Cuál es para usted, la esencia del aikido?.
Para mí, la esencia del aikido es nuestra esencia espiritual. Se puede cumplir el principio de la armonización, si tienes una percepción intima de la unidad y para mi es la conciencia espiritual y el ser consciente de que todos venimos de lo mismo. Si conseguimos conectar con nuestra esencia espiritual y conseguimos transmitirla al exterior, el mundo cambia.
¿Tiene algún proyecto o seminario previsto?
Si, en enero iré a Valladolid a impartir un seminario de aikido, y en noviembre del año que viene viajaré a Japón a entrenar con mi maestro Endo sensei, que intento verlo tres veces al año como mínimo. Además, lo veré también aquí en Granada que viene a dar un seminario a la ciudad deportiva de Armilla del 2 al 6 de diciembre.
Esta noticia se publicó en el diario Granada Digital. Aquí dejo el enlace a la entrevista .
¿Cuál es el objetivo de practicar aikido?
En una de sus conferencias, dijiste que controlando la mente podíamos conseguir lo que queramos
Esta noticia se publicó en el diario Granada Digital. Aquí dejo el enlace a la entrevista .
No hay comentarios:
Publicar un comentario